A toda persona, ya sea alta o
baja, delgada o hermosa, de piel blanca o morena, ojos oscuros o claros, joven
o adulta, le gusta verse y sentirse muy bien consigo mismo, la lucha por
conseguir una autoestima adecuada es algo constante en la vida del ser humano
(aunque parezca un tema trillado), aceptarnos tal y como somos, es una de las
primeras cosas de las cuales se habla hoy día, aunque también de la cirugía
plástica para que la persona alcance ese grado de auto aceptación que le
permita tener una mejor calidad de vida.
Pero la tranquilidad y la
seguridad de la persona también trascienden a la moda, para muchos, claro pura
vanidad, para otros un punto importante en la comodidad personal, y es que la
ropa en realidad no solo es vestirse por vestirse y esto lo sabe la inmensa
mayoría de las personas de una manera inconsciente, y es que la ropa forma
parte del carácter de la persona, de su expresión ante la sociedad porque con
nuestra vestimenta no solo se impone lo que pensamos sino también lo que
sentimos, por ese motivo existen muchos grupos como los emos, por ejemplo, que
utilizan su vestimenta para expresar lo que sienten, piensan y consideran que
les va mejor con la vida que llevan.
Aunque para unos es una parte
agradable para otros no tanto, muchas personas que físicamente no se sienten
atractivas tienden a vestirse de tal manera que su apariencia se mira
descuidada, aun su cabello es también parte integrante de este descuido, tratan
de alejar a las personas que ellas consideran desagradables y hasta cierto
punto su look refleja la hostilidad y la soledad en la que desea vivir, aunque
realmente es difícil concebir que una persona desee vivir en soledad.
La ropa es parte del vivir, pero
no que vivamos detrás de ella, sino utilizarla para nuestro beneficio, ya sea
para una entrevista de trabajo o para ir al propio trabajo, una boda, una
reunión de fin de año, un fashion show, para conquistar a esa persona que tanto
nos gusta, etc., porque la ropa no crea
la elegancia pues si la persona no tiene la actitud adecuada ponga lo que se
ponga si se siente incómoda con la ropa eso reflejara, mientras que una persona
con una actitud de seguridad aunque sea algo sencillo se verá bien.
Muchos dirán que hasta cierto
punto todos podríamos vivir detrás de la ropa, y puede que la aseveración
parezca verdadera, pero cuando lo que usas no cambia tu carácter ni te vuelve
en otra persona (porque la hostilidad nunca será algo normal en la vida) no lo
haces, sino que estás viviendo tu vida y aprovechando al máximo todas las
oportunidades que aparezcan, además tomando en cuenta que un atuendo prolijo
siempre será un beneficioso que utilizaras a tu favor.
Por supuesto de que vestir bien y
no tener inteligencia nunca han sido una buena combinación.
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