jueves, 29 de agosto de 2013

VIVIENDO DETRÁS DE LA ROPA.

A toda persona, ya sea alta o baja, delgada o hermosa, de piel blanca o morena, ojos oscuros o claros, joven o adulta, le gusta verse y sentirse muy bien consigo mismo, la lucha por conseguir una autoestima adecuada es algo constante en la vida del ser humano (aunque parezca un tema trillado), aceptarnos tal y como somos, es una de las primeras cosas de las cuales se habla hoy día, aunque también de la cirugía plástica para que la persona alcance ese grado de auto aceptación que le permita tener una mejor calidad de vida.

Pero la tranquilidad y la seguridad de la persona también trascienden a la moda, para muchos, claro pura vanidad, para otros un punto importante en la comodidad personal, y es que la ropa en realidad no solo es vestirse por vestirse y esto lo sabe la inmensa mayoría de las personas de una manera inconsciente, y es que la ropa forma parte del carácter de la persona, de su expresión ante la sociedad porque con nuestra vestimenta no solo se impone lo que pensamos sino también lo que sentimos, por ese motivo existen muchos grupos como los emos, por ejemplo, que utilizan su vestimenta para expresar lo que sienten, piensan y consideran que les va mejor con la vida que llevan.

Aunque para unos es una parte agradable para otros no tanto, muchas personas que físicamente no se sienten atractivas tienden a vestirse de tal manera que su apariencia se mira descuidada, aun su cabello es también parte integrante de este descuido, tratan de alejar a las personas que ellas consideran desagradables y hasta cierto punto su look refleja la hostilidad y la soledad en la que desea vivir, aunque realmente es difícil concebir que una persona desee vivir en soledad.

La ropa es parte del vivir, pero no que vivamos detrás de ella, sino utilizarla para nuestro beneficio, ya sea para una entrevista de trabajo o para ir al propio trabajo, una boda, una reunión de fin de año, un fashion show, para conquistar a esa persona que tanto nos gusta, etc.,  porque la ropa no crea la elegancia pues si la persona no tiene la actitud adecuada ponga lo que se ponga si se siente incómoda con la ropa eso reflejara, mientras que una persona con una actitud de seguridad aunque sea algo sencillo se verá bien.

Muchos dirán que hasta cierto punto todos podríamos vivir detrás de la ropa, y puede que la aseveración parezca verdadera, pero cuando lo que usas no cambia tu carácter ni te vuelve en otra persona (porque la hostilidad nunca será algo normal en la vida) no lo haces, sino que estás viviendo tu vida y aprovechando al máximo todas las oportunidades que aparezcan, además tomando en cuenta que un atuendo prolijo siempre será un beneficioso que utilizaras a tu favor.
Por supuesto de que vestir bien y no tener inteligencia nunca han sido una buena combinación.


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